lunes, 20 de junio de 2011

EL LIMBO EMOCIONAL


Hablar de los limbos sentimentales, es tan difícil de describirlos como estar en ellos, es difícil ponerle un nombre a esa sensación de incertidumbre emocional que se viven en esas relaciones que a fin de cuenta que no son relaciones y que son provocadas por 2 factores la comodidad y la indecisión.


Hay varios tipos de limbos sentimentales, y en este momento solo me vienen 2 a la cabeza que son igual de incomodas y dolorosos.


Una es la que se tiene cuando has terminado una relación formal y después de haber terminado, hay como una relación tácita en la que una de las partes por lo general no ha superado la ruptura y la otra no sabe lo que quiere, lo que termina en un juego doloroso para el que no ha superado la ruptura ya que cada encuentro abriga la esperanza de volver, dejando a la larga la necesidad de una resucitación cardio-pulmonar de la autoestima.


La otra figura de ese limbo sentimental, son las relaciones a larga distancia, hay tanto silencio y tanto espacio que llenar en una relación a larga distancia, que por más amor que haya entre la pareja, considero que hay muchas aspectos que se van empañando de mentiras y ansias de libertad. Y es cuando aparecen las infidelidades, los miedos y la verdadera tristeza…


Los limbos sentimentales lo llenan a uno de ansiedad y aferramiento, porque uno en ambos casos, construye sueños y proyectos en bases inmensas sobre nubes, en unos por soñar que las cosas sean como antes y en el otro como soñaste que siempre deberían de haber sido.


Lo más duro es que en ambos casos, si el amor te atraviesa nunca es fácil levantar la cabeza, tomar aire y seguir adelante y solo hasta que estés muy.. . muy en el fondo, es que recibirás el Wake Up Call para dejarlo atrás.


Puedo decir con mucha tristeza que en ambos casos he estado, y es tan doloroso recuperarse como darse cuenta que no funciona esa pseudo-relación, porque lo único que me sirvió para entrar en realidad fue ponerme en 3ra persona y aconsejarme lo más fría posible.


Sin permitirme sentir más que como una persona ajena, solo así pude ver con claridad la verdad, aún cuando el corazón se me desgarraba en ambos casos y no pudiera mentirme a mi misma de que funcionaba.


Y fue cuando por fin deje de preguntarme si él me quería o no me quería? y comencé a preguntarme.. Si yo me quiero o no me quiero? Y la respuesta fue tan contundente como ensordecedora..


y es que debo quererlo tanto.. Que realmente no lo necesite.


4 comentarios:

Marcos Torres dijo...

Papi tu me quieeereeeesss???

Alidacth dijo...

Ili me encanta ésta entrada ;) pues me sentí muy identificada cuando leí lo de ponerme en 3ra persona y aconsejarme lo más fría posible, realmente funciona, hace un poco más de dos meses lo hice, sintiendo ahora q me va de maravilla. Y cuando a la primera persona le da por pensar en el pasado la tercera le recuerda que lo mejor es lo q viene no lo q se fue ;)

Chemi dijo...

El guayabo está fuerte.

Tranquila, más adelante leeras esto y sonreiras...

Unknown dijo...

Zi