martes, 10 de enero de 2012

EL VASO ROTO



Hace un par de días, había rescatado de la biblioteca de mi casa una taza con una historia sentimental incluida, y cuando decidí lavarla se me resbalo de las manos y se hizo añicos.

Y me puse a pensar que de verdad las relaciones sentimentales son así... sobre todo las que son a larga distancia, pueden estar perfectas por mucho tiempo y de repente, algo se rompió.. y ya no lo son más, se desvanecen y se hacen pedazos en un segundo.

Confieso que he estado en los dos lados, y ninguno de los dos es fácil...

La que rompe el vaso:

Las relaciones sentimentales a distancia tienen una fecha de expiración, y las marca el momento en el que entiendes y asumes que estas sola.. y necesitas ese calor humano, que estar juntos a la distancia ya no es suficiente y cuando pudiendo decir que no.. Dices sí.. Dices sí a empezar con alguien más.. o dices sí a dejar de sentirte sola y darte una nueva oportunidad.

Esa llamada en realidad no es fácil, y suele pasar justo después de que decidiste dar un paso más con otra persona o un paso menos con la persona que está al otro lado del teléfono.

Por lo general has evitado el momento desde que lo decidiste, y no lo llamas, esperas a que el llame, y cuando lo hace, tu voz no es la misma, ya no te hace sentir especial que esté del otro lado del teléfono, más bien quieres salir de eso lo mas rápido posible, lo que esperas es tratar de no hacerle daño pero al mismo tiempo, salir de esa situación lo más rápido posible, para continuar con tu vida. En ese momento rompes el vaso y sabes que pase lo que pase ya nada va a ser igual.

Quedarse con el vaso roto

La verdad es rara vez uno ve venir este golpe, un día, llamas y lo sabes desde el ALO?.. Lo oyes y su voz no es igual, no es la misma persona, sientes ese sudor frio desde el cuello hasta el centro de la cabeza, y sabes que todo termino. Ese momento es la última batalla, si sientes que tienes algo que decir, debe ser ese momento y no otro, ya no hay después..

Ese momento es el último chance de decir lo que te quede por dentro, un día después, viene con un arrastrad@ incorporado, así que si quieres dejar tu dignidad intacta, no llames, no supliques, hay que tomarlo como una oportunidad de reflexión, de evaluar los sentimientos hacia esa persona y aceptar que es mejor darle la vuelta a la página, porque ese vaso ya se rompió.

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