Lo que nadie me dijo sobre el Divorcio

... Nombre.. Iliana Ron-Pedrique

Nacionalidad: Venezolana

Edad: 30 años

Edo Civil: ... .. . ..... (Larga pausa) dd...di..v.vorciada...(tos confusa)... (Silencio incomodo).. (criiick.. . criiick.... ...)

Hace unos segundos al escribirlo aquí, me hubiera gustado que el ser divorciada, lo único que incomodara fuera decirlo o escribirlo mientras llenas una planilla de datos, pero hay tantas cosas que nadie dice, tantas cosas que te llevaron hasta ahí, hasta ese doloroso e incómodo Estado Civil.

Mientras pensaba que escribir aquí, tenía en mente que no iba a hablar de todo lo que me pasó a mí y como fracasó mi matrimonio, de lo que quería hablar aquí es de lo que nadie dice, de esta batidora de sentimientos que uno tiene en el pecho.. y que se unen en dolor y recuerdos combinados con una media sonrisa de que las cosas van a mejorar.

Los divorcios, por la razón que sean, nunca son fáciles, nadie sabe cómo te miras al espejo y te admites que la pusiste, que tú te casaste para que esto no te pasara, para que tu final del cuento fuera los dos viejitos haciéndose maldades juntitos, no este final de novela mexicana que pesa en los parpados con los torrenciales aguaceros que salen de mis ojos en este momento.

Yo siento es una mezcla de tristeza, amor, odio, vergüenza, soberbia y vulnerabilidad, junto y colapsado, una combinación que está tan lejos de la persona que siento que soy; que es como un dolor que no se apaga, aunque sepas que va a ceder y que siempre hay oportunidades para algo mejor, en este preciso momento me apuñala directo a la válvula mitral.

Son dos meses en los que me ha pasado de todo y he sentido de todo, y aunque sobretodo he estado ocupándome de mí, yo he querido tirar la toalla en varias oportunidades y encerrarme hasta que no me quede una lagrima en el cuerpo, son 2 meses en los que me he dicho a mí misma que no soy una perdedora por renunciar a un compromiso de vida que hice, sino una ganadora por amarme a mi sobre todo lo demás, aunque ya no me salgan las palabras ni para autoconvencerme de que todo va a pasar y que todo va a estar bien.

Lo que nadie te dice, es que la soledad te abofetea y el miedo de confiar otra vez, el reloj biológico, la mano sin sentir el anillo del anular, nadie te dice que aunque te mereces algo mejor, no hay garantías de que el siguiente que te toque sea mejor.

Hay un lenguaje secreto entre quienes los dejaron o las dejaron y pasaron por esto, es el lenguaje secreto de una disección de corazón como esta, de que lo que no te mata te fortalece, y que el peor miedo es sentirte tan desnuda como esta vez.

Hoy no escribo nada cómico ni nada con humor, pero porque esta noche estoy bañada en llanto después de haber firmado mi divorcio la mañana de hoy. No me malinterpreten, no soy una víctima, ni creo que él lo sea, pero de las cosas que me han atormentado estos meses ha sido que también siento mucha vergüenza de haber fracasado en esta empresa llamada Matrimonio.

Y con mi corazón hecho papelillo esta noche y tenga que admitir que duele como pocas cosas en la vida, sé que prefiero llorar hoy que llorar el resto de mi vida.

I.